La Chicha
La chicha era y es hecha del maíz amarillo, escogidito para que sea el mejor… de ahí, a ese grano –escogido- se le remoja durante cinco días, para después tender en el piso sobre hojas de achira hasta doce días, tapado, cubierto, digamos, por las hojas estas.
Se le deja ahí para que nazca la jora, para que germine las patitas para, entonces, secarle al sol. Una vez sequito se le muele (antes con piedra molíamos, ahora con molino se hace, o con máquina) y cocina –esa como harinita- en agua, poniendo el “madurativo” que es el hongo que queda de la chicha anterior, porque se hace en la misma olla, la olla de la chicha, que nunca se lava. Y no se lava porque ahí mismo queda una como natita que es la que fermenta o madura. Entonces, para ponerle en la olla a que coja el madurativo, poníamos tibia el agüita. El “consho”, que así se llama también, guardábamos en unos potos de calabaza, para siempre tener pues, para seguir madurando nuestra chicha.
Y utilizábamos la chicha en la celebración de San Pedro y de San Pablo también, cuando hacíamos candelita en honor de los santos… la misa, claro, se celebraba en el centro, en Sigsig, y allá íbamos.
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